En la Cumbre Dice en Las Vegas, Neil Druckmann de Naughty Dog y Cory Barlog de Sony Santa Monica discutieron el tema generalizado de la duda en el desarrollo del juego. Su conversación de una hora cubrió las inseguridades personales, la identificación de ideas exitosas y las secuelas que se acercan.
Druckmann sorprendentemente reveló que no planea secuelas de antemano. Se enfoca intensamente en el proyecto actual, tratando cada juego como potencialmente el último. Cualquier idea secuela está integrada orgánicamente, en lugar de planificadas previamente. Utiliza trabajo pasado para identificar elementos no resueltos y arcos de personajes potenciales, incluso sugiriendo que si el viaje de un personaje se siente completo, la historia podría concluir con su muerte. Citó la serie Uncharted como ejemplo, enfatizando la naturaleza iterativa del desarrollo del personaje en múltiples títulos. Este enfoque contrasta fuertemente con la planificación meticulosa y a largo plazo de Barlog, a menudo conectando proyectos actuales con ideas concebidas una década antes. Si bien Barlog considera que este enfoque es creativamente satisfactorio, reconoce su inmenso estrés y los desafíos de coordinar a numerosas personas y las perspectivas cambiantes en múltiples proyectos. Druckmann, por el contrario, prioriza el enfoque actual, sin la confianza para comprometerse con una planificación tan extensa a largo plazo.
La discusión también mencionó el costo personal del desarrollo del juego. Druckmann compartió una anécdota sobre Pedro Pascal, destacando la profunda pasión que alimenta su trabajo a pesar de la inmensa presión, negatividad e incluso amenazas de muerte. Hizo hincapié en la alegría de crear juegos y trabajar con personas talentosas como la motivación principal. Esto llevó a una discusión sobre el punto en el que el impulso implacable para crear se vuelve excesivo. Barlog describió con franqueza la naturaleza insaciable de esta compulsión creativa, comparándola con un demonio interno implacable que presiona la creación constante, incluso después de lograr un éxito significativo. Describió la sensación de llegar a una cumbre creativa solo para encontrar otra montaña más alta que se avecina.
Druckmann ofreció una perspectiva más templada, lo que sugiere que su eventual desviación de la intensiva participación diaria crearía oportunidades para que otros florezcan. Él imagina una transición gradual, lo que le permite finalmente dar un paso atrás y crear espacio para nuevos talentos. Barlog, respondiendo juguetonamente al enfoque medido de Druckmann, declaró en broma su intención de retirarse.